Un antiguo proverbio afirma que "es herrando como se llega a ser herrero". Así podría decirse que es discerniendo como se aprende a discernir.
Aprender supone que no siempre se consigue el éxito la primera vez, ni siquiera la segunda. Ayudado por el conocimiento de los principios que te aporta tu Diseño Humano y desde la perspectiva de Reality Transurfing, se termina de perfeccionar.
La presencia de una enseñanza individual competente puede ser una ayuda preciosa para progresar; tanto más tomando en cuenta que solemos tener bastante dificultad para ver con claridad en los asuntos que nos conciernen a nosotros mismos, y en cambio nos parece muy fácil cuando se trata de otros.
En algunas personas este aprendizaje llega a hacer del discernimiento algo tan natural, que puede dar la impresión de algo tan imposible para el común de los mortales, que nos sentimos inclinados a hablar de un don.
¿Piensas que el discernimiento es una arte, o una ciencia?.
¿Puedes entender que esta ciencia se basa en la identificación de un conjunto parámetros exactos?.
El discernimiento se vive en el transcurso del tiempo, porque se necesita tiempo para identificar los frutos y comprobar los que son duraderos y consistentes.
En otras palabras, se podría decir que este arte o ciencia del discernimiento, llamado también discernimiento clásico, es un discernimiento que se adquiere, un discernimiento que es el resultado de un análisis y puesta en práctica de los conocimientos adquiridos, análisis que nos permite finalmente llegar a una certeza moral y afirmar que el que está actuando es el Ser que realmente hemos venido a manifestar.
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