La mente racional prefiere mantener las verdaderas causas de la emoción fuera de la consciencia y utiliza el mecanismo de la proyección para hacer esto. Culpa a los acontecimientos o a las otras personas por "causar" un sentimiento y se ve a sí misma como la víctima inocente e indefensa de las causas externas. "Ellos me hicieron enfadar." "El me ha trastornado." "Eso me asustó". "Los acontecimientos del mundo son la causa de mi ansiedad".
En realidad, es exactamente lo contrario. Los sentimientos suprimidos y reprimidos buscan una salida y utilizan los acontecimientos como desencadenantes y excusas para desahogarse. Somos como ollas a presión listas para liberar el vapor cuando la oportunidad se presenta. Los factores desencadenantes son configurados y preparados para que salgan. En psiquiatría, este mecanismo se denomina desplazamiento. Es debido a que estamos enfadados que los acontecimientos nos "hacer" enfadar.